Generalmente solemos pensar que las experiencias traumáticas les suelen ocurrir a personas ajenas a nuestro mundo, a nuestros vínculos y a nuestras experiencias personales. Sin embargo, ya sabemos que un alto porcentaje de personas han sufrido una o varias experiencias adversas en su vida. Así mismo, también sabemos que cuando esas vivencias de sufrimiento ocurren en la crianza temprana durante los primeros 6-10 años de vida, se pueden desarrollar formas de vida traumáticas a través del tiempo. 
El sufrimiento traumático se suele ocultar en nuestras vidas, e históricamente se ha ocultado a nivel social. Por un lado, estamos viviendo una sociedad tan arraigada en el individualismo y el aislamiento vincular, que las personas no pueden encontrar esferas de protección para sus experiencias adversas. Por el otro, nuestra sociedad moderna tiende a discriminar, patologizar y sobre medicar a las personas que sufren. Todo lo anterior, nos pide de forma urgente empezar a pensar e implementar una sociedad sensible al sufrimiento. 
La serie de talleres presentados aquí les propone un Volver a Mirar el sufrimiento desde la infancia hasta la edad adulta, de un modo respetuoso y humano. El propósito final es entregar informaciones y recomendaciones para aprender a conocer y reconocer el sufrimiento de los otros y en uno mismo, de forma sensible y humanizada.