En una cultura del hedonismo donde se nos exhorta a ser libres y donde —salvo contadas excepciones— estaría prohibido prohibir, las paradojas surgen por doquier. Se hacen omnipresentes, muchas veces invisibles y ejercen una considerable influencia en nuestra percepción de “la realidad”. 

El placer y su búsqueda, muchas veces frenética, son la materia prima de una de las paradojas más evolucionadas en la sociedad del cansancio: a una oferta creciente y cada vez más variada de experimentarlo, se corresponde una insatisfacción y frustración cada vez más intensa. 

Las paradojas existen desde el comienzo de la historia del pensamiento. Su importancia y utilidad se han puesto de manifiesto, sobre todo cuando la resolución de algunas de ellas, genera una verdadera crisis y eventualmente, nos abre a nuevas posibilidades. 

El placer y el sexo —o las sexualidades— son un tema complejo y multidimensional. Al conocer las paradojas del placer, podremos comprender mejor dicha complejidad y ser más conscientes de los muchos recovecos que lo rodean. 

Al reflexionar sobre las paradojas del placer, podemos aprender más sobre nuestros propios deseos y necesidades, así como sobre nuestras propias cárceles y posibilidades. 

Duración Taller: 2 sesiones de 2hrs cada una.